El autor rodeado de libros
intuye un significado mágico en sus palabras.
Una iluminación tenue y casi falsa
que aporta el deseo de significados distintos.
Escucho murmullos de personas normales,
hablando de problemas que yo no podría tener.
Es el pasar estruendoso de un río que no conozco, y observo
el esfuerzo de aquél que deambula por la calle, me mira
y cree reconocer en mí a alguien. La inocencia,
de otro que compra un pan para su merienda,
o mira desde el balcón los corrillos alegres de los perros en la calle.
Cruzo con ojos cerrados sin entender el sentido del tráfico.
Absorto, escucho los días y los clasifico
escondido a plena vista.
Pasé el martes pensando que era jueves,
cambié el lunes por sábado.
Hoy ha llovido y lloverá también mañana.
Pequeño océano de detalles.