Perdonar

Aprende a vivir

dejando atrás tanto denuedo.

Aprende a evitar

una única piel a plena luz del día,

que no concibas sentir o reconocer

en un entorno hostil a la alegría.

Aprende la forma de la culpa y lo callado,

las plantas verdes y las fuentes quietas, e intenta

que los alimentos huelan y sepan como está escrito.

Aprende a evitar el juicio de los días

y el duelo pasado el duelo

que pueda enderezar una próxima fecha.

Sorpréndete, al menos, algún día.

Describe las formas de los animales,

los sonidos de la ciudad

o el movimiento de las piedras.

Con tu aprendizaje, en el final declara,

aún siendo mentira, como premio:

«Os he intentado perdonar a todos».