Siempre se filtra un rayo de sol,
aunque nadie lo mire. Entre tanta ruina,
ilumina la piedra rota.
Parece picoteada por pájaros carpinteros tontos,
que siguen equivocándose.
Si los tiempos difíciles al menos fueran felices,
nuestros pasos podrían volver a encontrarse.
A veces con el rayo de luz llega aire
liberado de un yacimiento antiguo; los pájaros tontos
contienen el aliento:
un monstruo saldrá de la cueva.
Nada emerge y hay silencio.
Los tiempos no son difíciles ni felices.
No admiten etiquetas.
Nuestros pasos no volverán a encontrarse.